Jamás me imaginé la vida sin ti, porque eras amante de LA VIDA, la familia, los amigos y de Boca.
Siempre inocente, siempre alegre, jamás se sabía si te dolía algo o no, ya sea a nivel físico o emocional 
Te comunicabas con los pájaros de una manera extraordinaria. Les silbabas y ellos, de la nada aparecían y te respondían

Contaré una anécdota que él me contó: 
Hombre de campo que se enrolo en el ejército porque era la salida en esos tiempos. De pequeño, siempre contabas y mis tíos confirmaban, que el abuelo les enseñaban a pedir trabajo. Familia muy muy pobre, de hecho solías decir que a los 8 ya eras canillita en tu amado Paraná y que andaban en “patas” porque molestaban los agujeros de las alpargatas al caminar.
Pero la anécdota es cuando llegaste a la Gran Ciudad, porque era “tu destino”, ya que el ejercito te había mandado.

En una casa de unos amigos, en Lanús te habían invitado a una fiesta. Y llevaban entre todos damajuanas de Vino… jajajajaja…
Entraste a esa casa, me dijiste de quién era, pero no lo recuerdo, con un gran patio, según vos recordabas. 
Fuiste al fondo pero cuando pasaste por el Comedor viste una caja donde los muñequitos se movían.
Dejaste la damajuana que te toco llevar pero tuviste que volver porque ante tus ojos estaba “LA TELEVISIÓN”. Según contabas para vos, en esos momentos, era un mecanismo raro de títeres. 
En ese momento estaban pasando el Hombre que había llegado a la Luna, donde vos estabas muy asombrado pero lo que te preguntaste y repreguntaste mientras veías a “esos muñequitos moviéndose fue: “ … Y los ángeles, ¿Dónde están?”

TE EXTAÑO MUCHO PAPA. Extraño ese silencio que comprende…

Sé que ya estas en la Gloria De Dios y de la Virgen. 

GRACIAS POR ENSEÑARME A VOLAR!