“Mi querido hermano menor, Luis Maria Solé Galarza, acaba de morir después de pelear hasta el último segundo de su vida, como corresponde a un Solé. Como nos prescribe Almafuerte:
“PIU AVANTI!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!”

Luis nació en nuestro departamento,en el 18-3 del Hogar Obrero de Ángel Giménez y Rivadavia. Mamá parió asistida por sus hermanos y mi padre, todos médicos. Luis no respiraba al nacer y el tío josemari lo movió para adelante y atrás, hasta que entendió que la vida subacuática y placentera en el vientre de mamá había terminado y como el resto de los mortales debía  respirar por su cuenta. Era noviembre del 57.
Papa y mamá se separaron seis años después, y Luis se crió junto con Álvaro un niño de su edad, hijo de Alfredo y de Sonia, también separados. En su citroen 2CV, Alfredo llevaba a Luis y Álvaro a conocer los restaurantes de la ciudad y con ellos desarrolló una cultura gastronómica increíble. En el 65, mamá se fue a hacer un curso a Recreo en Santa Fe, Luis y yo vivíamos con Gabina que nos cuidaba y papá pasaba una o dos veces por semana a traer dinero y ver como estábamos. 
En el 66 nos tomamos un tren de camarote y llegamos por primera vez a Santa Rosa, La Pampa. Ese verano vino Ana y terminó su quinto año en la escuela normal. A mediados del 67, mamá huyó con Luis y terminaron viviendo en Corrientes…. Tenía 10 años. 
Salto al 72, mamá y luis vivían en mar del plata y yo me fui a estudiar antropología con mis profesores echados de la UBA a la universidad de Mar del Plata.
En el 75, me recibí y con Cecilia y Esteban de un año volvimos a La Pampa. Luis se quedó viviendo en nuestro departamento de la calle Santiago del Estero. Varias veces me fueron a buscar los milicos y lo llevaron a él, lo cascaban y lo largaban. Creo que fueron siete veces. En julio del 76 zarparon rumbo a España con mamá.
En Madrid, aprendió a tejer mientras escuchaba los lamentos de Beatriz que estaba siendo abandonada por papá. Después de un año Luis y mamá  recalaron en Uppsala Suecia como asilados políticos . Ahí me cobijó  Luis cuando llegue en el 79 y vivimos en la misma ciudad hasta que regrese a Argentina en el 84. Un par de años antes nació Nicolás su primer hijo. Ya demostrando su capacidad y genio armaban computadoras personales. Recuerdo que traduje un libro y con lo que me pagaron y con su asistencia tuve mi primera computadora allá por el 82.
Luis se separó de Agneta y se casó con Alicia  con quien tuvo otros tres hijos, Carolina,Victoria y Luis Miguel y terminó mudándose a Majadahonda donde vive hasta hoy. 
La semana pasada, a punto de morir, se casó con Tisbe la compañera con quien crió a sus hijos. 
Hizo genialidades, como conectar Zamora con wifi, toda la ciudad, o desarrollar bitcoins o últimamente programas para computadoras cuánticas.
Fue sumamente inteligente, aunque sólo tenía tercer año del secundario, por sus decisiones y los avatares de la vida.

Agur.”

Miguel José Soler. Santa Rosa. La Pampa. Argentina.